Contraer deudas es natural en el proceso de desarrollo tanto personal como empresarial en el sistema económico actual. No se debe temer ante los balances financieros en déficit, por el contrario, se debe asumir una posición de oportunidad en términos de crecimiento y reinvención.
Tener deudas que superan los ingresos.
Al tener deudas que superan los ingresos reaccionamos muchas veces con temor e inseguridad sobre el futuro y viabilidad de nuestra vida financiera. Las personas y las empresas pueden encontrarse en esta situación compleja debido a distintas razones, dentro de las cuales está el contexto económico, el contexto social, el tamaño del mercado y las relaciones económicas que conllevan decisiones que pueden ser perjudiciales.
Mantener la calma y buscar soluciones.
Es merentorio mantener la calma en situaciones adversas para así poder tener claridad objetiva sobre las decisiones correctivas que deben tomarse para encontrar soluciones que nos permitan la viablidad y tranquilidad tanto personal como empresarial.
En materia de Derecho Comercial existen herramientas jurídicas que nos permiten proteger nuestra situación financiera actual. Estas en conjunto con la experiencia, lógica y disciplina de los contadores públicos pueden actuar como codayuvantes y determinantes de la viablidad personal y empresarial financiera.
Salga victorioso del déficit financiero.
Para lograr encontrar soluciones que nos permitan seguir adelante con el desarrollo y crecimiento financiero es crucial asesorarse adecuadamente de un equipo profesional enfocado en materia contable, jurídica y comercial, ya que las herramientas legislativas disponibles requieren procesos y requerimientos administrativos específicos.
Al acogerse a la Ley de Insolvencia la Superintendencia de Sociedades (institución orgánica legal en materia comercial) actúa como ente vigilante y juez competente sobre la viablidad financiera. Si bien esta puede fallar a favor de la protección de la vida financiera permitiéndole una nueva oportunidad para congelar las obligaciones actuales (deudas) también puede fallar en contra de dicha protección y condenar a liquidación obligatoria administrativa.
Por lo anterior, declararse insolvente no es mótivo de vergüenza ni de desconfianza, al contrario es una expresión de buena voluntad, conciencia y responsabilidad, que atrae nuevas oportunidades para corregir, reinventar y crecer de acuerdo a las situaciones adversas presentadas (Ej. COVID-19).
Mantenga la calma y salga victorioso con la ayuda de nuestro equipo de profesionales en CPA & Asesores Financieros.
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